¿MI SUELO PÉLVICO ESTÁ BIEN? 8 SEÑALES QUE INDICAN QUE NO

Un corazón en suelo pélvico

El suelo pélvico es el conjunto de músculos y ligamentos que se encuentran en la base de la pelvis. Es de vital importancia, ya que soporta el peso de los órganos del aparto digestivo, urinario y reproductor. Además, se encarga de controlar la continencia urinaria y anal.

El suelo pélvico puede debilitarse por factores como la obesidad, el embarazo, los deportes de impacto, la tos crónica y otros problemas que hagan que el peso sobre este conjunto de múculos y ligamentos aumente. Las disfunciones de suelo pélvico comprometen gravemente la calidad de vida, tanto en hombre como en mujeres, y deben tratarse como cualquier otro problema de salud.

A continuación, vamos a darte ocho señales de que necesitas trabajar tu suelo pélvico:
1. Pérdidas de orina: es la señal más común y suele pasar al realizar un esfuerzo (reir, toser, levantar peso…).
2. Sensación de peso y dolor de espalda: a veces notamos un bulto o sensación de peso en la vagina, y dolor en la zona del coxis y la lumbar. Estos síntomas pueden ser señal de un prolapso. El prolapso se produce porque la musculatura está débil y las vísceras caen, ya que no hay un suelo pélvico fuerte que las sostenga.
3. Dolor durante la penetración (en mujeres): cuando la penetración es profunda y notamos un dolor punzante es porque el útero no está donde debería.
4. Incontinencia fecal: la incapacidad para retener gases o incluso la propia materia fecal es otro de los problemas. Esta situación da lugar, entre otras cosas, a un problema a nivel social, ya que sigue siendo (por desgracia) un tema tabú.
5. Estreñimiento crónico: no es una consecuencia de la debilidad de suelo pélvico, sino una de las causas que pueden provocarlo. Al realizar un esfuerzo excesivo en el pujo para defecar, el suelo pélvico puede debilitarse o lesionarse.
6. Tos crónica y deportes de impacto: al igual que el anterior, estas dos circunstancias provocan un aumento de la presión sobre el suelo pélvico, lo que favorece que este se vea afectado de manera negativa.
7. Parto vaginal (en mujeres): la musculatura del suelo pélvico se estira hasta quince veces su tamaño en un parto vaginal, por lo que es normal pensar que la vuelta a su posición y tono normal será mucho más rápida y fácil si realizamos un tratamiento tanto antes como después de dar a luz.
8. La menopausia (en mujeres): con ella se alteran los niveles hormonales y se pierde masa muscular. El suelo pélvico no es una excepción, por lo que, aunque no hayas tenido problemas antes, es probable que aparezcan en esta etapa.

Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, te recomendamos que acudas a tu especialista (ya sea ginecólogo, fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, urólogo, etc) para comenzar con el tratamiento lo antes posible.

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